Una frase lanzada al aire puede cambiarlo todo. En el caso de Javier Negre, esto parece haber sido el detonante de un rumor que se repite como verdad: que fue condenado por inventarse una entrevista. Pero ¿y si te contáramos que la sentencia no dice exactamente eso? Según los documentos, la pieza publicada era un reportaje, no una entrevista formal, y el tribunal señaló irregularidades en el tratamiento de la imagen y los hechos. Los Replicantes +2 elconfidencial.com +2 Sin embargo, el titular que circula —«condenado por inventarse una entrevista»— se propagó con rapidez. ¿Ha sido manipulada la sentencia? ¿O simplemente se extrajo la parte más impactante para generar viralidad? En tiempos en que la credibilidad es moneda rara, conviene mirar más allá del titular|TH

El periodista fue acusado falsamente de haber sido condenado por inventarse una entrevista, algo que la justicia nunca determinó

Una campaña mediática impulsada por sectores afines al independentismo y a la izquierda convirtió a Javier Negre en su objetivo.

El periodista fue acusado falsamente de haber sido condenado por inventarse una entrevista, algo que la justicia nunca determinó.

La supuesta condena no guardaba relación con declaraciones manipuladas, sino con el uso no autorizado de una fotografía personal.

El caso se originó cuando, durante su etapa en El Mundo, se publicó una imagen de una víctima de violencia de género sin permiso.

Negre había advertido a sus superiores de que esa fotografía no debía utilizarse, pero la decisión editorial no dependía de él.

El tribunal consideró que se había vulnerado el derecho a la intimidad e imagen de la víctima, sin señalar falsificación alguna.

A pesar de ello, desde 2019 varios medios y comunicadores vinculados al progresismo difundieron una versión falsa de la sentencia.

Ante la ola de desinformación, el diario El Mundo emitió un comunicado oficial el 20 de noviembre de 2019 aclarando los hechos.

La Razón y Periodista Digital difundieron los resultados, destacando que no existió manipulación

En el texto, el periódico destacó que las declaraciones publicadas eran reales y que existían grabaciones que lo demostraban.

El medio subrayó que la condena no guardaba relación con invenciones periodísticas, sino con un error en la gestión de la imagen.

El comunicado fue una respuesta directa a los titulares falsos lanzados desde espacios mediáticos y redes sociales afines a Podemos.

Tiempo después, una auditoría legal independiente de la consultora Broseta verificó que Javier Negre no inventó la entrevista.

El informe confirmó que la conversación con la primera víctima del asesino Sergio Morate fue real y registrada íntegramente.


Medios como La Razón y Periodista Digital difundieron los resultados, destacando que no existió manipulación alguna en el texto.

“Las declaraciones de la mujer fueron grabadas y verificadas.

No hubo invención alguna”, señaló Periodista Digital en su informe.

A pesar de las pruebas, rostros conocidos como Risto Mejide, Gabriel Rufián o Cristina Fallarás continuaron atacando a Negre.

El programa “Todo es Mentira”, producido por Toni Soler y conducido por Mejide, sostuvo falsamente que fue despedido por mentir.

Sin embargo, su salida del diario El Mundo se debió a razones personales, entre ellas la enfermedad grave de su madre.

 

Es mentira que Javier Negre haya sido condenado por inventarse una entrevista

El caso fue aprovechado para desacreditar al periodista y presentar una versión ideológica alejada de los hechos judiciales.

Según diversos medios, la ofensiva mediática buscó silenciar a un comunicador incómodo para los intereses del Gobierno actual.

La manipulación informativa en torno a Negre evidenció cómo se puede dañar la reputación de un periodista con noticias falsas.

Ni la sentencia ni los informes legales independientes avalan las acusaciones de invención publicadas por medios progresistas.

La verdad judicial desmonta años de ataques y confirma que Javier Negre nunca falsificó declaraciones ni fabricó entrevistas.

El caso se ha convertido en un ejemplo de cómo la desinformación puede usarse como arma política para destruir reputaciones.

Negre fue víctima de una campaña ideológica que manipuló los hechos con el único propósito de desprestigiar su trabajo periodístico.

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