Treinta años con su mujer, dos hijastras y una victoria en el Festival de Benidorm: la vida de Pablo Motos fuera de ‘El Hormiguero’.
Laura Pausini visita esta noche el espacio que lidera diariamente la franja del ‘access prime time’.

Pablo Motos junto a su esposa Laura Llopis en una imagen cotidiana captada por los paparazzis.
‘El Hormiguero’ está de fiesta: esta noche alcanza su emisión número 3.000 como programa líder de la televisión.
Para celebrarlo, el espacio recibe una visita de lujo, la de Laura Pausini.
Sin embargo, en esta ocasión no vamos a poner el foco en la invitada, sino en el alma mater del espacio: Pablo Motos, de 60 años. Profundizamos en su blindadísima vida privada.

Pablo Motos y Laura Llopis en la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio.
Le costó conquistar a Laura Llopis, su esposa.
Han pasado casi tres décadas desde que Pablo Motos se enamorase perdidamente de su esposa, Laura Llopis.
Se conocieron en 1997 en los pasillos de la delegación de Onda Cero en Valencia, donde el afamado comunicador presentaba y dirigía espacios de la red regional de la emisora.
“Yo estaba de presentador y ella en producción”, ha recordado él en alguna ocasión.
Por lo visto, no fue un flechazo instantáneo y fue él quien se tuvo que ganar la atención de su amada.
“A mí me gustaba, pero ella pasaba. El desprecio más grande se queda en nada comparado con el de ella.
Un día pensé que no podía morirme sin besarla”, dice con su característico sentido del humor.

Pablo Motos y Laura Llopis en una imagen invernal.
Según explica, logró llamar su atención gracias a una jornada de frío invernal.
“Una vez comentó que hacía mucho frío, y yo salí corriendo y le compré un calefactor.
Entonces, por primera vez me miró, la miré y surgió el flechazo”, relató durante su programa.
El primer beso de ambos también ha sido abordado por Motos, que cuenta que tuvo lugar a bordo de su coche.
“Entramos en una rotonda y le pregunté si le gustaba o no.
Ella me dijo ‘bueno’… Y ya no tomé ni la rotonda, me fui recto, paré y la besé”.
Tras el consabido periodo de noviazgo, la pareja se casó en secreto. “No nos apetecía montar un sarao.
En el juzgado me metieron por detrás, fuimos por unas habitaciones muy raras y me llevaron a la parte de arriba”, comenta Motos, que después del íntimo ‘sí quiero’ optó por una celebración sencilla: “Nos comimos una paella, bebimos y nos fuimos a casa”.
Las hijas de su mujer trabajan en ‘El Hormiguero’.
Pablo Motos y Laura Llopis no han tenido hijos en común, pero ella aportó a la relación dos hijas de una relación anterior, Cristina y Laura, que Pablo acogió como propias desde el primer momento.
En la actualidad, ambas compaginan trabajos en ‘El Hormiguero’ con actividades externas.

Las hijas de Laura Llopis: Cristina (izquierda) y Laura (derecha) en dos imágenes de sus respectivas cuentas de Instagram.
Cristina, licenciada en Filología Inglesa, es guionista del espacio y, además de redactar los pasos de continuidad del programa, es la directora de una compañía teatral llamada La Perra Coja.
Por la otra parte, Laura es pintora y también desarrolla su talento en ‘El Hormiguero’, en el Departamento de Arte.
Por ejemplo, en su Instagram cuenta cómo se le ocurrió ponerle cara de sueño al muñeco de Barrancas, poniéndole párpados de fieltro. ¡Es toda una artista!
Su desconocido pasado en la música.
La biografía de Motos cuenta con otros momentos sorprendentes, como la vinculación del presentador y director al mítico Festival de Benidorm, semilla del actual Benidorm Fest.
Resulta que en 1993 el presentador de ‘El Hormiguero’ compuso la canción ganadora del certamen, ‘Sabed Amigos’.
Pero hay más, porque Motos también subió al escenario como parte del coro del grupo que interpretó la canción, “Romero y sus Amigos”.

Pablo Motos en ‘El Hormiguero’ viendo abochornado su pasado en la precuela del Benidorm Fest.
El valenciano ha recordado su paso por el festival en alguna ocasión. “Le hicimos una canción a los ciegos.
Yo estaba en la radio y había un técnico que lo era. Le compuse una canción, luego hicimos una versión para llevarla al Festival Internacional de la Canción de Benidorm y ganamos”, explica.
La letra de la canción tenía un mensaje inclusivo y emotivo, con versos como: “Somos como tú y como aquel, tal vez no podamos ver, pero estamos vivos” o “Al pan se le llama pan, al vino vino y al ciego amigo”.
Sin embargo, Pablo Motos ha reconocido con humor que la composición no era especialmente brillante: “La letra era horrorosa, aunque la hice con buena intención”.

Pablo Motos compartió en su programa unas impagables imágenes de su época como DJ juvenil.
La música ha estado presente en la vida de Motos de múltiples maneras.
En sus inicios, ejerció como DJ y también formó parte de un grupo llamado Jarraiz de la Frontera, especializado en jotas.
Con esta banda realizó conciertos que, como ha confesado, eran multitudinarios gracias a que no se cobraba la entrada.
El proyecto tuvo una cierta repercusión en su lugar de origen y, en sus palabras, llegaron a sacar un disco del que se vendieron 1.200 unidades.