Feijóo dice que en España “se aplaude al indecente” y lo que ocurre acto seguido es digno de parodia.
Momento del aplauso.
Si hace cosa de una semana Feijóo era protagonista tras recordar a Pablo Casado por una escena que vivió en el Congreso, cuando su grupo se puso en pie para aplaudirle, ahora lo ha vuelto a ser, aunque esta vez por algo bien distinto.
Y es que, durante su intervención en la sesión de control de este miércoles, el líder de la oposición ha afirmado que en este país “se castiga al honrado y se aplaude al indecente”, unas palabras ya comunes en su discurso.
Lo paradójico ha venido cuando, tras decir que “se aplaude al indecente”, su partido le ha empezado a aplaudir, algo que ha provocado la risa inmediata en los usuarios en las redes sociales, que no han tardado en compartir y comentar el momento.
Uno de ellos ha sido Ruben Sánchez, el secretario general y portavoz de Facua, quien lo ha publicado en su perfil de ‘X’ (antes conocido como Twitter).
“Los diputados del PP arrancan a aplaudir cuando Feijóo dice que en España “se aplaude al indecente”, escribe el activista en la publicación, que lleva ya más de 50.000 reproducciones y 3.000 ‘me gusta’.
“España es maravillosa”, ha respondido por su parte la periodista de ‘El País’, Luz Sánchez Mellado, quien también ha querido comentar el irónico momento.
Tras la intervención del popular, el presidente, Pedro Sánchez, ha afirmado que su Gobierno es “uno de los más decentes, más estables y más eficaces de Europa” y ha recordado el crecimiento de la economía española como muestra de la gestión que están realizando.
El aplauso involuntario tras la frase de Feijóo ha pasado a formar parte de la memoria colectiva de la política española, como ejemplo de cómo la literalidad puede jugar malas pasadas y de cómo la ironía puede convertirse en herramienta de crítica y análisis.
La viralización del momento, la respuesta de figuras públicas y la reflexión posterior en medios y redes demuestran que la política es, ante todo, un espacio de representación donde los gestos y las palabras se entrecruzan y se resignifican constantemente.
En definitiva, el episodio del aplauso a Feijóo es mucho más que una anécdota humorística: es una muestra de las complejidades y paradojas de la política actual, donde la teatralidad, la ironía y la viralidad se mezclan para dar forma a la percepción pública.
La escena, digna de parodia, invita a reflexionar sobre el papel de los líderes, el sentido de los gestos y la importancia de la coherencia en la vida democrática.
España, como bien decía Luz Sánchez Mellado, es maravillosa, y su política, a veces, también lo es por su capacidad de sorprender y de generar momentos que trascienden el debate para convertirse en símbolo de una época.
