Juanma Moreno agita el tablero político con su “Manual de convivencia”: un libro que esconde más de lo que cuenta y deja mensajes en clave a Moncloa y Génova El presidente andaluz Juanma Moreno ha presentado su libro Manual de convivencia, pero lo que parecía un simple ensayo sobre política moderada se ha convertido en el movimiento más comentado del panorama político español. Bajo la apariencia de un relato sereno sobre su “viaje a Ítaca”, Moreno desliza frases cargadas de doble sentido que muchos interpretan como advertencias sutiles a Pedro Sánchez… y también a su propio partido. Fuentes cercanas aseguran que el texto contiene pasajes en los que Moreno reflexiona sobre la “ambición, el poder y los límites de la lealtad”, algo que ha encendido las alarmas tanto en Moncloa como en Génova. ¿Se trata de un mensaje de reconciliación o de un aviso encubierto sobre lo que está por venir? El líder andaluz, con su habitual tono tranquilo, parece haber lanzado una bomba política envuelta en moderación, y el libro ya circula entre diputados y asesores que buscan entre líneas lo que podría ser el primer paso de una estrategia nacional cuidadosamente planificada|TH

Presenta «Manual de convivencia», un libro en el que narra su «viaje a Ítaca» a través del centro político

 

David Cebrián, Jesús Aguirre, Juanma Moreno, Carmen Morodo y José Luis SanzKiko Hurtado

Cuando el ex presidente de La Caixa, Jordi Gual, presentó recientemente su libro «Confiar no tiene precio» en Sevilla, destacó que Andalucía y Cataluña tienen en la actualidad «liderazgos tranquilos», una fórmula que «genera confianza» para ejercer el poder.

Gual, sin citarlos, estaba señalando que Salvador Illa, presidente de la Generalitat, y Juanma Moreno, su homólogo en Andalucía, son dos personas que representan una misma manera de hacer política y que encaja con amplios sectores de la sociedad.

Aunque el primero sea del PSC y el segundo del PP, para muchos, al menos en su proyección pública, son perfectamente intercambiables.

Arropado por su familia –en especial por su mujer Manuela Villena, para la que tuvo palabras de afecto–, amigos, compañeros de partido y colaboradores más cercanos, Moreno presentó ayer en Sevilla «Manual de convivencia.

La vía andaluza» en conversación con Carmen Morodo, subdirectora de LA RAZÓN.

Se trata de un libro que no son unas memorias ni una biografía política, sino más bien una carta de presentación sobre su manera de entender el ejercicio público.

Es un manual de instrucciones creado por él mismo para desenvolverse en la política actual y que desde el titular muestra una clara voluntad de contraponerse a cómo se comportan otros actores, especialmente el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, autor de «Manual de resistencia».

En política te define la altura de tu enemigo y la elección de Moreno de confrontar directamente con Pedro Sánchez muestra también un deseo de convertirse en un actor importante dentro de la política nacional.

El presidente andaluz, al contrario que ocurriera con Pablo Casado, tiene una excelente relación con Alberto Núñez Feijóo y su lealtad con el actual presidente del PP está fuera de toda duda, pero su «Manual de convivencia» es también una recomendación de cómo debe desenvolverse su partido ante los retos que tiene por delante.

En el libro, dividido en 32 capítulos, Moreno hace un alegato por la convivencia, entendiendo que esta pasa fundamentalmente por la «cordialidad» y la aceptación del rival político.

Esta idea en tiempos de muros, cordones sanitarios y guerra cultural no contenta a todo el mundo pero el presidente andaluz sí entiende que es una máxima con la que está de acuerdo la mayoría social en España.

Y en eso se basa su ideario político y el que reclama para su partido: un pie fijo en el centro y el otro que tenga la suficiente inteligencia para girar a la izquierda o a la derecha según qué tema es su receta para el Partido Popular.

Por eso, cuando los compañeros de partido le decían en 2014, recién elegido como presidente del PP andaluz, «¡Juanma, dales caña!», en referencia a los casos de corrupción que afectaban al PSOE andaluz, deja por escrito a modo de confesión lo siguiente: «No era de extrañar que se esperara de mí un perfil agresivo.

Lo que ocurre es que yo no soy así».

Por el contrario, Moreno huye del «populismo» porque «chilla y quiere dejarnos sordos», señala en uno de los capítulos del libro. «Es una manera muy simplista de abordar la gestión política: reduce la salsa hasta que se evapora la pluralidad, la complejidad de la realidad y los problemas, de manera que, al final, solo queda la ideología».

Eso vale para los populismos de derechas y los de izquierdas porque el presidente de la Junta es alérgico a perder el centro político.

Por oportunidad, por convicción o por una mezcla de ambas cosas, la realidad es que Moreno necesita ese espacio político para resultar creíble, se ha instalado en él y su figura solo crecerá desde ese punto, su particular Ítaca política.

Moreno también tiene ideología, pero asegura que no la antepone siempre y en cualquier asunto.

Algunos dirán que eso es porque no tiene convicciones firmes, pero él prefiere señalar que le gusta «usar condimentos que aportan matices y nunca rechazo un ingrediente por mucho que no sea de los que se usan en mi cocina», explica en el libro.

Eso le lleva a compartir con Pablo Iglesias su admiración por José Mújica, el ex presidente de Uruguay fallecido el pasado mes de mayo.

«No tengo problema alguno en reconocer la coherencia y la sensatez que me transmiten algunas de las opiniones del uruguayo Pepe Mújica.

Más allá de la distancia ideológica que pudiera existir entre nosotros, me parecen dignos de destacar los principios que aplicó mientras fue presidente de su país», explica.

«Manual de convivencia» no renuncia a la biografía política y personal del protagonista.

Moreno tiene un capítulo para recordar los últimos días con su padre, fallecido «sin saber que su hijo se trasladaría por fin y, definitivamente, a Andalucía desde Madrid».

También para su mujer, Manuela, porque «nunca habría sido presidente si no hubiera estado a mi lado».

Su familia y amigos más estrechos también aparecen. Que nadie espere algún ajuste de cuentas, sino palabras cariñosas para políticos como Felipe González, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría o Alberto Núñez Feijóo.

También para amigos y colaboradores cercanos como Elías Bendodo, «que tiene una inteligencia natural para los acuerdos», o compañeros de Gobierno como el ex presidente de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín.

Incluso hay agradecimientos para Vox, por su «postura de sensatez y responsabilidad» para apoyar su investidura en su primer Gobierno.

Morodo aclaró que ese ideario que defiende en el libro el hoy presidente de la Junta de Andalucía es el mismo que ella misma le ha podido escuchar en los últimos 20 años pero que muchas personas consideran que no es viable, incluso algunos lo califican de «naif» fuera de Andalucía, en especial en Madrid.

La respuesta de Moreno, implícita en el libro, es clara: la «vía andaluza» es extrapolable porque «Madrid es Madrid» y «España es España con toda su diversidad».

En cualquier caso, el horizonte de Moreno se centra en «defender a Andalucía» porque es una tierra que históricamente «se le ha tratado mal», aseguró durante la conversación.

Como decía Gual, los «liderazgos tranquilos» generan «confianza», pero en el caso de Moreno estuvo a punto de no poder mostrarlo y de marcharse de la política casi de puntillas.

En «El hombre tranquilo», John Ford narra la vida de un boxeador norteamericano que regresa a su Irlanda natal para recuperar su granja y olvidar su pasado.

Sirva el argumento para ejemplificar que Juanma Moreno estuvo a punto de hacer lo mismo la noche del 2 de diciembre de 2018 durante el recuento electoral de las elecciones andaluzas si Susana Díaz lo hubiera noqueado ese día porque Pablo Casado ya tenía incluso un plan en la cabeza.

«Como en la película de Match Point, de Woody Allen, la pelota de tenis había tocado la cinta, jugueteaba sobre la red y podía caer de cualquier lado de la pista.

Sabía que solo existían dos posibilidades: ser presidente de la Junta de Andalucía o poner rumbo a una vida distinta, quizá alejada de la política», escribe en el primer capítulo del libro.

Siete años después, Moreno tiene en meses un nuevo examen: las elecciones andaluzas son una prueba más y en ellas aspira a revalidar la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Entonces, quizá sea el momento de presentar su «Manual de convivencia» en la política nacional, donde ya estuvo cuando fue Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad durante el Gobierno de Rajoy.

«La situación de España también me quita el sueño porque estamos en un país que va sin rumbo», sentenció el presidente andaluz.

Related Posts

Our Privacy policy

https://newnewspaper24.com - © 2025 News