La familia de esta mujer de origen colombiano desaparecida hace 21 meses en Madrid, sigue luchando por encontrarla tras el suicidio de su expareja
La familia de Ana María Henao, la mujer estadounidense de origen colombiano que fue asesinada hace más de 21 meses en Madrid, ha devuelto el caso al foco.
Los allegados de la desaparecida siguen buscando su cuerpo, que habría sido ocultado por el que fuera su pareja, David Knezevich. Mientras, tratan de de resolver los asuntos legales que envolvieron las posibles causas de su asesinato.
Según ha concretado a elcierredigital.com el portavoz de SOSDesaparecidos, Joaquín Amills, “se está judicializando el tema de los bienes que la pareja poseía en conjunto.
A la vez, la Policía sigue la investigación para encontrar el cuerpo de Ana María”.
Uno de los posibles móviles del crimen que barajaron los investigadores fue que el económico.
Sobre todo por los negocios y bienes que compartía con David Knezevich, quien fue hallado muerto en prisión el pasado mes de abril.
El patrimonio millonario que busca gestionar la familia de la víctima
La familia de la víctima ha presentado varias peticiones judiciales.
Quieren gestionar el enorme patrimonio que tenía la pareja.
Según Miami Herald, buscan preservar los bienes comunes de la víctima y la determinación legal de su fallecimiento.
El matrimonio albergaba un conjunto de inmuebles gigantesco, con una mansión en propiedad que ronda los 900.000 mil euros.
Durante los años que estuvieron viviendo en Estados Unidos compraron varias viviendas en Broward y desarrollaron una empresa tecnológica que se dedicaba a servicios informativos.
Se llamaba EOX Technology Solutions.
EOX, empresa de Ana María Henao | Facebook
La fiscalía indicó, que antes de la desaparición de Ana, David Knezevich había declarado ante la oficina de Libertad Condicional del Tribunal que su patrimonio neto rondaba los 2,5 millones de euros. Poco después comenzó el proceso de separación sentimental de la pareja.
Pero antes David, vendió siete propiedades por un valor de 6,7 millones de euros.
Estas ventas fueron una de las sospechas que cobraron mayor fuerza sobre que el asesinato fue por causas económicas. La intención de Knezevich era quedarse con todo el patrimonio común.
La búsqueda de Ana, continua
La familia sigue buscando el cuerpo, pero cada vez hay menos pistas.
El entorno cercano a la joven explica que la investigación sigue abierta tanto en España como en Estados Unidos.
Operativos internacionales han desplegado varios operativos, pero no han encontrado ningún rastro de la mujer estadounidense.
La búsqueda está aún inconclusa.
Según la investigación, el cuerpo de Ana habría sido metido en una maleta. Se sospecha que Knezevich se habría desecho de ella en Italia, en la provincia de Vicenza.
Sin embargo, la policía nacional española, el FBI y las autoridades italianas no encontraron ningún tipo de evidencia en el lugar que se sospechaba.
Las investigaciones policiales dicen que el cuerpo sin vida viajó con Knezevich en coche desde España a Serbia.
El ahora fallecido estuvo refugiado en Serbia, su país natal, después de cometer el asesinato.
Posteriormente volvió a Estados Unidos, justamente en Miami fue detenido y acusado de secuestro y asesinato.
Permaneció 11 meses en el centro de detención Federal de Miami, esperando un juicio que nunca llegó, porque acabó quitándose la vida el 26 de abril de este mismo año.
Según Joaquín Amills, portavoz de la familia, se “ahorcó” al descubrir que hallaron ADN suyo en la casa de la víctima. Este giro de los acontecimientos aleja un poco más a la familia de encontrar el cuerpo de Henao.
¿Cómo se descubrió que David Knezevich fue el asesino?
El extraño viaje en coche que hizo hasta la calle donde vivía su mujer fue una de las pruebas para determinar que Knezevich era el asesino.
A esto se le suma las compras que hizo en España y las pintadas a las cámaras de seguridad de la vivienda.

A estas pruebas de peso se le junta la más importante.
Fuentes de elcierredigital.com declararon que “la policía pudo revisar la geolocalización del móvil de Ana y descubrió que el móvil de David estaba junto al suyo”.
Esto fue el detonante de la investigación y la prueba definitiva que demostró la culpabilidad de Knezevich.