Los aplausos a Alejandra Herranz se suceden por lo hecho en el ‘Telediario’ del aniversario de la DANA.
Los espectadores de TVE han alabado el gran trabajo del ‘Telediario 1’ de Alejandra Herranz con su especial del primer aniversario de la DANA.

RTVE ha vuelto a demostrar el poder del periodismo público con una de las emisiones más conmovedoras del año.
En el primer aniversario de la DANA que asoló la Comunidad Valenciana el 29 de octubre de 2024, el Tele dirigiAlejandra Herranz se trasladPicanya, un237 víctimas mor yPremio Ondas 2025 a la Mejor Comunicadora, se ha ganado los aplausos del público por su sensibilidad, su rigor y su cercanía con las víctimas.
Desde el arranque de la emisión, Alejandra Herranz habló con la serenidad y la empatía que la caracterizan.
Con un tono respetuoso, recordó que “hoy hace un año, 237 personas murieron en una de las danas más mortíferas que se recuerdan en España, la mayoría de ellas aquí, en la zona cero de Valencia”.
Su voz, quebrada por momentos, marcó el inicio de un informativo que no se limitó a repasar los hechos, sino que se sumergió en el dolor y la reconstrucción de una comunidad entera.
El especial del Telediario 1 no se hizo desde un plató, sino desde el corazón de la catástrofe. Alejandra Herranz, acompañada por su equipo de RTVE, conversó en directo con Rosa María Álvarez, presidenta de la Asociación de Víctimas de la DANA, y con otras familias que perdieron a sus seres queridos.
Fue un reencuentro cargado de emociones, ya que algunas de estas personas habían sido entrevistadas por la misma periodista un año atrás, cuando el fango y la desesperación cubrían cada rincón de la zona.
Hoy, aunque parte del barro ha desaparecido, el dolor sigue presente.
La cobertura especial de RTVE fue un ejercicio de periodismo humano, de proximidad y de respeto.
El informativo mostró cómo las víctimas aún luchan por rehacer sus vidas, cómo algunas ayudas prometidas siguen sin llegar y cómo la justicia todavía investiga las responsabilidades políticas por la gestión de aquella emergencia.
Herranz insistió en que no se trataba de revivir la tragedia, sino de recordar que “hay heridas que aún no se han cerrado” y que la memoria es también una forma de reparación.
Durante el programa, la periodista analizó junto a Albert Barniol, presentador de El Tiempo de TVE, los factores meteorológicos que provocaron aquella devastadora DANA.
Con un lenguaje claro y pedagógico, explicaron por qué el temporal golpeó con tanta fuerza el área de la rambla del Poyo y cómo la falta de planificación urbana agravó los efectos de las lluvias torrenciales.
La combinación de ciencia, memoria y humanidad convirtió el informativo en un retrato completo del antes y el después de la catástrofe.
El final del Telediario fue uno de los momentos más aplaudidos en redes sociales.
Alejandra Herranz, de pie junto al barranco del Poyo, cerró el especial con unas palabras que reflejaron tanto su compromiso como su emoción:
“Mirando al futuro, sin dejar de mirar atrás, despedimos este Telediario con la misma sensación que tuvimos hace un año, cuando estábamos rodeados de fango y de dolor. Nos quedamos con el mensaje de las víctimas: que no les olvidemos”.
En cuestión de minutos, las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo. Periodistas, espectadores y asociaciones de víctimas alabaron la sensibilidad de la cobertura y el compromiso de RTVE con el servicio público.
“Periodismo con alma”, “la televisión que necesitamos” o “gracias por no olvidarnos” fueron algunos de los comentarios que se pudieron leer en X (antes Twitter).
Muchos destacaron también el hecho de que la emisión coincidiera con el reconocimiento profesional que acaba de recibir Herranz con el Premio Ondas, un galardón que refuerza su posición como una de las voces más respetadas de la información televisiva española.
El trabajo de Alejandra Herranz representa la esencia de un periodismo que no busca el impacto fácil, sino la profundidad y la empatía.
En tiempos donde la rapidez domina el flujo informativo, su estilo pausado y comprometido se ha convertido en una seña de identidad.
No se trata solo de informar, sino de acompañar, de dar voz a quienes muchas veces quedan fuera del foco mediático cuando la emergencia pasa.
La periodista ha sabido convertir cada crónica en un testimonio vivo, y su especial sobre la DANA lo confirma: la televisión pública puede emocionar, conmover y también exigir rendición de cuentas.
El Telediario 1 de este aniversario ha sido también una llamada de atención a las instituciones.
A un año de la tragedia, miles de afectados aún reclaman las ayudas prometidas, y varios informes técnicos apuntan a fallos en los sistemas de alerta y en la gestión de las evacuaciones.
RTVE no eludió este debate. Con datos oficiales y testimonios contrastados, el informativo mostró que la reconstrucción avanza, pero a un ritmo desigual.
Algunas zonas de la provincia de Valencia siguen pendientes de obras hidráulicas y compensaciones económicas que nunca llegaron.
En ese contexto, la cobertura de Herranz adquirió un valor añadido. No fue solo un homenaje, sino una rendición de cuentas pública.
En lugar de buscar culpables concretos, el enfoque se centró en recordar que la prevención y la transparencia son las únicas herramientas que pueden evitar que una tragedia así se repita.
Con ese mensaje, RTVE reforzó su papel como medio de referencia en la memoria colectiva de los españoles.
El impacto de este Telediario especial ha trascendido el ámbito informativo.
Ha sido un recordatorio de que el periodismo puede ser una herramienta de sanación y también de justicia.
Alejandra Herranz, con su voz cálida y su mirada comprometida, ha logrado que un informativo de mediodía se convierta en un documento histórico, en una pieza de televisión que combina información, sensibilidad y verdad.
Su trabajo consolida a RTVE como un referente de credibilidad en un panorama mediático cada vez más polarizado.
Un año después de aquella jornada fatídica, el especial de Alejandra Herranz ha devuelto a la DANA su lugar en la conciencia pública.
No como una simple noticia pasada, sino como una herida abierta que necesita memoria, solidaridad y compromiso.
En palabras de una de las víctimas entrevistadas: “Gracias a ellos seguimos sintiéndonos escuchados”.
La emisión de RTVE, seguida por millones de espectadores en todo el país, ha demostrado que el periodismo público puede emocionar y servir.
Alejandra Herranz, desde la zona cero de Picanya, ha recordado que detrás de cada cifra hay una historia, y detrás de cada historia, una vida que merece ser contada.