Las anécdotas de Letizia Ortiz en los Premios Princesa de Asturias: De sus lágrimas al apretón de manos.
La hoy Reina de España inició su paso por estos premios en 2004 y en esta edición de 2025 cederá aún más el protagonismo a su hija Leonor de Borbón.

Este viernes la Familia Real asiste a su cita anual de los Premios Princesa de Asturias, que celebran su 45 edición en el Teatro Campoamor de Oviedo.
La entrega de galardones comenzará a las 18.30 horas. La Fundación Princesa de Asturias ha premiado este año a figuras como Graciela Iturbide (Artes), Serena Williams (Deportes) o Eduardo Mendoza (Letras).
Además, los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz, acompañados de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, recibirán previamente a los premiados. Esta audiencia tiene lugar este mismo viernes a las 12.30h en el Hotel de la Reconquista.
En la noche de este jueves, la Familia Real ya se ha dejado ver en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.
Allí han disfrutado del tradicional concierto que marca la apertura de los actos oficiales y que culminarán este viernes en el Teatro Campoamor.
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La entrega de Premios Princesa de Asturias es una de las galas con participación de la Casa Real más esperadas del año.
Un evento que en muchas ocasiones ha dejado anécdotas para la historia, como las protagonizadas por la hoy Reina Letizia en sus primeros años como parte de la Familia Real Española.
Los primeros y ‘tristes’ Premios Princesa de Asturias de Letizia Ortiz.
El 22 de octubre de 2004 Letizia Ortiz Rocasolano hizo su primera aparición como princesa de Asturias en los Premios Príncipe de Asturias.
Ya no acudía como periodista de Televisión Española, profesión que había dejado atrás tras contraer matrimonio con el entonces príncipe Felipe de Borbón.
Sin embargo, ni su elegante conjunto diseñado por Felipe Varela ni su presencia en el Teatro Campoamor de Oviedo fueron lo que más llamó la atención aquella tarde. Lo que realmente generó curiosidad fue el semblante melancólico que mostraba la futura reina de España.
La prensa no tardó en hacerse eco de su expresión seria y distante.
A día de hoy, veinte años después de aquel evento, aún se desconoce la causa de aquella visible tristeza.

Habían pasado apenas cinco meses desde su boda en la Catedral de la Almudena.
Letizia, periodista asturiana, había dejado su trabajo en TVE para integrarse en la Familia Real, abandonando su vida civil y asumiendo una nueva identidad como consorte del heredero al trono.
Una transformación que, según se comenta, no fue sencilla para ella. Su rostro lo delató en su primera ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias como princesa.
La entonces princesa regresaba a su Oviedo natal, pero esta vez no como ciudadana sino como esposa del presidente de honor de la Fundación que entrega los galardones.
Los ovetenses la esperaban con expectación frente al histórico Teatro Campoamor.
Durante aquella jornada del 22 de octubre de 2004, los príncipes presidieron las audiencias con los premiados, entre ellos, el guitarrista Paco de Lucía y el periodista Jean Daniel.
La Banda de Música Ciudad de Oviedo interpretó la pieza “Marcha de Mayo”, la misma que había sonado durante su boda meses atrás.
Tal vez por el recuerdo de aquel día o por pura nostalgia, muchos asistentes notaron la emoción reflejada en el rostro de la entonces princesa.
El príncipe Felipe, al advertirlo, la rodeó cariñosamente por la cintura en un gesto de apoyo.
Aquel día, la tradicional alfombra azul cubría la entrada del Campoamor.
Era la primera vez que Felipe y Letizia presidían los premios como futuros reyes de España.
Como ya avanzamos, Letizia Ortiz lució un conjunto de su diseñador de confianza, Felipe Varela.
Se trataba de un vestido con abrigo en tono champán, bolso melón y salones de piel con efecto reptil.
Completó su look con su anillo de boda, la sortija de compromiso y unos pendientes que, según se cree, fueron obsequio de los reyes Juan Carlos I y Doña Sofía.
Discurso de S.A.R. el Príncipe de Asturias (2004) / Speech by HRH the Prince of Asturias (2004).
Al compás de las gaitas, los príncipes hicieron su entrada en el escenario.
El momento más aplaudido de la gala fue cuando Felipe pronunció unas palabras dedicadas a su esposa: “La ceremonia de este año tiene para mí un significado nuevo y emocionante, pues me acompaña por primera vez mi esposa, la princesa de Asturias.”
El público respondió con una prolongada ovación. Entre ellos, la reina Sofía y su yerno Iñaki Urdangarin, presentes en el palco de honor.
No obstante, las cámaras captaron a Letizia visiblemente emocionada y con gesto sombrío, una imagen que sigue despertando preguntas dos décadas después.
El apretón de manos que se convirtió en símbolo.
En los Premios Princesa de Asturias de 2023, los reyes revivieron un momento muy especial.
Se trataba del famoso “apretón de manos” de veinte años antes, en los premios de 2003, cuando aún no habían hecho pública su relación.
Durante aquella edición, Letizia trabajaba como reportera de TVE y cubría la ceremonia sin que la prensa ni la propia Casa Real supieran del romance.
Se habían conocido en una cena organizada por el comunicador Pedro Erquicia y habían coincidido en los premios de 2001 y 2002.
En febrero de 2003 ya mantenían una relación discreta. Ese mismo año, Letizia concedió una entrevista a Radio Asturias en la que relató cómo había conocido a Felipe, sin revelar su vínculo sentimental. Los oyentes, sin saberlo, escuchaban a la futura princesa de Asturias.
Los REYES FELIPE y LETIZIA RECREAN en el SET de RTVE su SALUDO CÓMPLICE DOS DÉCADAS DESPUÉS | RTVE.
Ese año fue especialmente significativo para ella, como confesó en una charla con la periodista Regina Buitrago, compañera de TVE.
Letizia comentó entonces que siempre se emocionaba al volver a Oviedo, pero que esa edición “por muchas circunstancias, muchísimo más”.
Al concluir la entrega, se produjo la fotografía que marcaría un antes y un después: el príncipe saludando al equipo de periodistas de Televisión Española, entre ellos, Letizia.
Pocos sabían que mantenían una relación. Esa fue la primera imagen pública de ambos, aunque en aquel momento nadie sospechaba la historia que había detrás.
Solo un año más tarde Letizia regresaría al mismo escenario, ya no como periodista, sino como princesa.
Y, aunque su nueva vida comenzaba oficialmente, su expresión triste en aquella primera gala sigue siendo, veintiún años después, un pequeño misterio en la historia reciente de la monarquía española.