Mazón renuncia a su ‘baja médica’ y pide comparecer en la comisión de la DANA: revienta a Feijóo, 2 comisiones en 8 días.
Carlos Mazón acerca un poco más su dedo al botón nuclear político para reventar a Feijóo.

La política valenciana y nacional vive momentos de tensión tras la decisión de Carlos Mazón, expresidente de la Comunitat Valenciana, de renunciar a su baja médica y solicitar voluntariamente comparecer en la Comisión de investigación de la DANA en Les Corts.
Esta maniobra, inesperada y calculada, ha generado un terremoto en el Partido Popular, afectando directamente a la estrategia de Alberto Núñez Feijóo y poniendo en jaque su liderazgo justo en un momento clave de la agenda política española.
Mazón, que recientemente se vio obligado a dimitir, ha optado por enfrentarse de cara a la opinión pública y a sus adversarios políticos, desmarcándose de la línea marcada por la dirección nacional del PP.
Su solicitud de comparecencia voluntaria en la comisión sobre las inundaciones de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana ha sido interpretada como una jugada de alto voltaje político.
No solo desafía el control de Feijóo sobre los tiempos y los discursos del partido, sino que también reconfigura el tablero mediático, desplazando otros asuntos judiciales y políticos que el PP prefería mantener en primer plano.
La renuncia de Mazón a la garantía de ser citado con antelación mínima y su disposición a responder sobre las actuaciones de la Generalitat ante la DANA evidencian una voluntad de transparencia y de protagonismo que puede condicionar la narrativa política durante las próximas semanas.
Además, Mazón está citado para comparecer en el Congreso de los Diputados el 17 de noviembre, lo que significa que en apenas ocho días protagonizará dos comisiones de investigación, acaparando la atención mediática y política en detrimento de la estrategia de Feijóo.
Este giro de los acontecimientos supone un desafío directo para el líder del PP, que se enfrenta a la posibilidad de ver eclipsados otros temas de interés para su partido, como el juicio al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, o las investigaciones relacionadas con el caso Koldo y las polémicas que afectan a la familia del presidente del Gobierno.
La presencia mediática de Mazón amenaza con monopolizar el debate público, dificultando la gestión de la agenda política por parte de Feijóo y sus colaboradores más cercanos.
La decisión de Mazón también tiene implicaciones en el ámbito autonómico, especialmente en la precampaña de las elecciones extremeñas. La candidata popular María Guardiola ya sufrió las consecuencias de los pactos alcanzados por Mazón con Vox sin el consentimiento de Feijóo, lo que debilitó su posición y obligó a aceptar acuerdos que no estaban en su hoja de ruta inicial.
Ahora, la irrupción de Mazón en el debate político puede volver a convertirse en un obstáculo para Guardiola, generando incertidumbre y tensiones internas en el partido.
En este contexto, la estrategia de Mazón puede entenderse como un movimiento para recuperar protagonismo y autonomía dentro del PP, pero también como un aviso para quienes intentan controlar los tiempos y las decisiones desde Madrid.
Su actitud desafiante y su disposición a someterse al escrutinio público contrastan con la negativa de otros líderes políticos, como Pedro Sánchez y varios ministros, a acudir a comisiones de investigación, lo que le permite presentarse como un ejemplo de responsabilidad y transparencia ante la ciudadanía.
El impacto de esta decisión se extiende más allá de la Comunitat Valenciana, afectando a la dinámica interna del PP y a la percepción pública de sus dirigentes.
Mazón se posiciona como un actor impredecible y capaz de alterar el equilibrio de fuerzas en el partido, obligando a Feijóo a replantear su estrategia y a gestionar una crisis que amenaza con prolongarse durante semanas.
La capacidad de Mazón para influir en el debate político y mediático será determinante en el futuro inmediato del PP y en la evolución de la política española.
En definitiva, la renuncia de Carlos Mazón a su baja médica y su solicitud de comparecencia voluntaria en la comisión de la DANA representan un punto de inflexión en la política valenciana y nacional.
Este movimiento, cargado de simbolismo y consecuencias, desafía el liderazgo de Feijóo, reconfigura la agenda mediática y pone en evidencia las tensiones internas en el Partido Popular.
La evolución de los acontecimientos dependerá de la capacidad de los actores implicados para gestionar la crisis y ofrecer respuestas a las demandas de transparencia y responsabilidad exigidas por la sociedad.