Rosa Villacastín habla claro sobre la bochornosa dimisión de Mazón: “Hay que ser golfo”.
La periodista arremete tras la renuncia del president y las víctimas celebran el fin de una gestión marcada por la DANA.

Rosa Villacastín y Carlos Mazón.
Carlos Mazón ha presentado su dimisión como president de la Generalitat Valenciana después de un año marcado por la polémica gestión de la DANA.
La renuncia se ha hecho oficial este lunes durante una declaración institucional sin preguntas en el Palau, tras el funeral de Estado por las víctimas celebrado la semana pasada.
El Partido Popular decidió finalmente retirarle su apoyo, después de meses de desgaste y de las críticas internas por su papel durante la catástrofe.
La dirección nacional, encabezada por Alberto Núñez Feijóo, había comenzado a valorar su relevo ante el deterioro de la imagen pública del president.
Rosa Villacastín: “Hay que ser golfo”.
La periodista Rosa Villacastín ha reaccionado con contundencia a la dimisión de Mazón.
En redes sociales, escribió: “Hay que ser golfo para que Mazón culpabilice al Gobierno Central de la DANA”.
Asimismo, ha añadido: “El PP es un desastre como gestores cuando nos enfrentamos a situaciones inesperadas, extremas, dolorosas como fue el 11M, el abandono de los ancianos en las residencias de Madrid donde fallecieron más de 7000 personas y ahora la DANA. Con un coste humano de 298 personas”.
Por otra parte, Rosa María Álvarez, presidenta de la Asociación Víctimas Mortales DANA 29-O, ha asegurado que “ni dimite, ni lo hacen dimitir.
Lo dimitimos las familias y todas las personas que nos han apoyado durante doce meses”.
Según Álvarez, la presencia de Mazón en el funeral de Estado precipitó su salida.
“Le exigimos que no fuera, doce meses antes nos despreció.
Y yendo al funeral también nos maltrató”, señaló, recordando los abucheos recibidos por el exmandatario durante el acto conmemorativo.
Durante su comparecencia, Mazón reconoció “errores propios” en la gestión de la catástrofe, aunque reiteró la “falta de ayuda clamorosa” del Ejecutivo central.
“Pedimos ayuda y jamás la recibimos”, aseguró, lamentando no haber tenido “la visión política de cancelar mi agenda y desplazarme”.
El ya expresident afirmó que su salida busca “enfocar esta tragedia como se requiere” y admitió que vivirá “toda su vida con los errores cometidos”.
El futuro de la Comunidad Valenciana queda ahora en manos del Partido Popular y de Vox, que deberán consensuar la sucesión de Mazón y afrontar el reto de recuperar la confianza ciudadana.
La crisis interna del PP, agravada por la gestión de la DANA y por la polémica en torno a la actuación del expresident, pone en evidencia la fragilidad de los consensos y la dificultad de superar el desgaste reputacional derivado de decisiones controvertidas.
La necesidad de transparencia y de eficacia en la gestión pública será clave para restablecer el vínculo entre representantes y representados.
La intervención de Rosa Villacastín, lejos de ser una mera opinión, se convierte en un ejemplo de periodismo crítico y de compromiso con la verdad.
Su capacidad para señalar las contradicciones del poder político y para dar voz a las víctimas refuerza el papel de los medios de comunicación como contrapeso necesario en una democracia.
La frase “hay que ser golfo” resume el sentimiento de indignación y de exigencia de justicia que recorre a la sociedad valenciana y española tras la dimisión de Mazón.
En definitiva, la salida de Carlos Mazón marca un antes y un después en la política valenciana.
La exigencia de rendición de cuentas, la demanda de justicia para las víctimas y la necesidad de asumir responsabilidades serán elementos fundamentales en el desarrollo de los acontecimientos en las próximas semanas.
La credibilidad de los líderes políticos y la confianza de la sociedad dependerán de su capacidad para responder a estos desafíos y para garantizar que tragedias como la DANA no vuelvan a repetirse sin una gestión adecuada y transparente.
La crisis política valenciana y la reacción de Rosa Villacastín son, en última instancia, una llamada de atención sobre la importancia de los valores éticos en la gestión pública y sobre el papel fundamental de la sociedad civil y de los medios de comunicación en la defensa de la democracia.
La dimisión de Mazón, celebrada por las víctimas y criticada por periodistas comprometidos, es el reflejo de una sociedad que exige justicia, dignidad y responsabilidad en el ejercicio del poder.