Kiko Matamoros celebra su condena con una sonrisa: “La indemnización la paga Mediaset”

Kiko Matamoros en ‘No somos nadie’. | Telecinco
El colaborador arrancó su nuevo programa ‘No somos nadie’ con un tono inesperadamente alegre al hablar de su reciente condena penal relacionada con su etapa en ‘Sálvame’.
Kiko Matamoros ha vuelto a acaparar titulares, pero esta vez no por una polémica televisiva, sino por su sorprendente reacción ante una condena judicial.
El colaborador de televisión arrancó el programa No somos nadie de este viernes con una amplia sonrisa y una frase que dejó a todos sin palabras: “He sido condenado en un procedimiento penal”.
Lo que parecía el inicio de un drama televisivo terminó convirtiéndose en un momento de humor y alivio para Matamoros, quien explicó que no estaba preocupado, sino todo lo contrario.
El motivo: la responsabilidad económica recae sobre Mediaset, el grupo audiovisual al que pertenecía cuando ocurrieron los hechos.
Una condena que no esperaba… pero que celebra
“Estoy hoy de lujo porque me acaban de dar una noticia que me ha dejado seco”, confesaba entre risas.
Carlota Corredera, sorprendida, le preguntaba: “¿Te han condenado por lo penal y estás contento?”.
Matamoros, sin perder la sonrisa, respondía: “Sí, porque somos responsables solidarios Mediaset y yo.
Así que ellos tendrán que hacerse cargo de la indemnización”.
El colaborador explicó que, además del pago, el grupo deberá leer públicamente la sentencia en un programa de máxima audiencia, un detalle que él encontró especialmente divertido.
“Tendrán que leer una sentencia farragosa, y eso siempre baja la audiencia”, bromeó.
Una indemnización muy inferior a lo que pedían
Según reveló Matamoros, la parte demandante solicitaba 300.000 euros de indemnización, pero finalmente la cantidad quedó reducida a 25.000 euros, suma que deberá abonar Mediaset.
“Encima lo tiene que pagar la cadena… imagínate mi alegría”, comentó el colaborador, quien también reconoció que ni siquiera se presentó al juicio: “No sé si no me enteré o no me quise enterar”.
El tono relajado y sarcástico de Kiko sorprendió a sus compañeros, quienes intentaban comprender cómo alguien podía celebrar una condena penal en directo.
Pero el colaborador insistió: “Si el sistema dice que hay que pagar, se paga. Pero al final lo hace Mediaset, así que todo bien”.
El origen del conflicto: una historia del pasado de ‘Sálvame’
Poco después, Carlota Corredera y Marta Riesco quisieron saber quién había sido el demandante.
Matamoros no tuvo reparos en revelar el nombre: Ernesto Neyra, ex pareja de Carmina Ordóñez.
Según explicó, la demanda surgió por un comentario que realizó en Sálvame sobre un episodio que vivió de primera mano, y que Neyra consideró una lesión a su honor.
“Parece que eso ha lesionado su honor y me parece muy bien que la Justicia esté para eso: para condenar a Mediaset”, ironizó Matamoros, provocando risas en el plató.
Su comentario volvió a dejar claro que no siente resentimiento alguno, sino una mezcla de satisfacción y sarcasmo frente al desenlace judicial.
Reacciones y repercusión en redes
Las redes sociales no tardaron en reaccionar al tono desenfadado del colaborador. Muchos usuarios de X (antes Twitter) destacaron la naturalidad con la que Matamoros abordó un asunto tan serio.
Otros, en cambio, criticaron la falta de responsabilidad al trivializar un proceso judicial penal.
Sin embargo, lo cierto es que Kiko Matamoros sabe perfectamente cómo convertir cualquier situación en un espectáculo mediático.
Su nombre volvió a posicionarse entre las tendencias más buscadas del día, y el fragmento de su confesión ya circula por las plataformas digitales con miles de reproducciones.
Un giro que beneficia su nuevo programa
Este episodio llega justo cuando No somos nadie busca consolidarse en la parrilla de televisión.
Y, paradójicamente, la confesión de Kiko podría servir como impulso de audiencia.
Con su habitual ironía, el colaborador cerró el tema diciendo: “Al final, todo lo malo trae algo bueno.
Si Mediaset paga y la audiencia sube, ganamos todos”.
En un panorama televisivo donde la polémica sigue siendo sinónimo de éxito, Kiko Matamoros ha demostrado que incluso una condena puede convertirse en contenido viral.
Su actitud relajada, su sonrisa y su habilidad para girar la narrativa a su favor refuerzan su imagen de personaje mediático imprevisible, capaz de reírse de sí mismo incluso en los momentos más comprometidos.